miércoles, 10 de octubre de 2007

Un debate trivial

El pasado lunes, en la clase de Ética y Deontología Profesional de Periodismo, donde estoy finalizando mis estudios, saltó el tema de la "antisevillanía" que existe en Andalucía. Pienso que ser capital nos perjudica, pero yo tengo mi versión peculiar de lo que es el Sevillano auténtico. Y no somos tan raros, en serio... Somos buena gente... somos... somos...

...Lo que es evidente es que somos diferentes. No tenemos nadie que se nos parezca. De sangre caliente, con ganas de cachondeo todo el día. ¿Ahorradores y previsores? ¡Uy!, eso ya falla. No creo que esas características nos definan. El Sevillano por naturaleza es una raza diferente al español estándar. No se me asusten si digo raza que no quiero ser un Ibarretxe ni quiero independizarme de esta vasta piel de toro llamada España. Lo que pasa que cuando llega la primavera salen a la luz todas nuestras mejores características.

En Semana Santa, mediados del mes de Marzo, el sueldo está ya bajo mínimos, y sin embargo nos permitimos el lujo de comprarnos un traje para la señora y para nosotros mismos mejor que el de la vecina del quinto, que ha ido a Armani a comprarlo. No podemos ser menos. Y comilona en el mejor restaurante el Viernes Santo por la mañana, con las ojeras y rozaduras de una madrugada fatigadora.

Feria, Santa Feria. No sólo la de Carmona (que más bien se encuentra dispersa por todo el litoral andaluz comiendo gambas blancas cuando el presupuesto nos da para camarones de puestecito ambulante) sino la de Sevilla. Y me quiero centrar en la subespecie del “Sevillano Nacionalista”. Se marcha el lunes del “alumbrao” a jartarse de “pescaíto”, aún sabiendo que el bolsillo contiene más pelusas y recibos del banco del año 82 que monedas con la cara de Juan Carlos o Cervantes. Pero eso no importa. Ya el domingo pidió el préstamo en “el Monte”, FeriaMax al 5% TAE o sin él, para poder pasar una feria de órdago. Y avanzan los días, e invita a todo el que ve por la calle conocido aunque sea de un día en la comunión de unos hijos del jefe de la empresa en la que trabajan. Niño, toma y vete a la calle Infierno con tu hermano el mayor, que tiene fichas de sobra. Manchón en la corbata que no se quita ya hasta la Feria del año que viene. O no, porque no hay dinero para la tintorería, así que el martes la lavadora intente quitarla.

Pero se sigue despilfarrando euros en Manzanilla y más pescaíto. Fuegos artificiales. Acaba la feria con más dolores que alegría. Por favor, el lunes me lo pido de asuntos propios por enfermedad, las cervicales. Claro, mejor hubiera quedado decir: “Me pido el día por Resacosis Aguda”. Pero el buen sevillano aguanta hasta el final. El martes vuelve al trabajo y cuenta sus peripecias, sus andanzas, sus gastos y la enésima riña con la parienta que le ha dado el toque de atención porque se ha gastado mucho en Feria.

Al cabo de las dos semanas, comienzan a llegar facturas de la luz, teléfono, contribución, Gas, el recibo de “El Corte Inglés”, los libros del niño, la enciclopedia… María, llégate al banco y pide un préstamo que no tenemos para llegar a fin de mes. Hay que ver que el gobierno no sube los sueldos, y por más que uno lo intenta, no se ahorra ni un duro. Retahíla que resuena en todos y cada uno de los barrios Sevillanos. Y las dificultades siguen, hipotecados por el piso que se compró hace diez años y por diez ferias. Llega el verano y la vecina del quinto se va a un cinco estrellas a La Manga. La misma que echaba la bronca al marido por el gasto descomunal en las casetas, se quiere ir a la playa, pero lejos. No íbamos a ser menos Pepe. Bueno, nos vamos a Benidorm, y a un chalé. Otro préstamo más… Es la vida de un sevillano cualquiera… Aunque aquí en Carmona cada vez pasa menos. Aquí en Feria nos vamos a Chipiona, Matalascañas, Benalmádena… Se gasta menos y se vive mejor. “Que pongan las cosas más baratas, que ahora viene el verano. Y si nos dicen que nos quedemos pues oídos sordos. Al fin y al cabo ellos no nos oyen a nosotros…”. Para esto, si protestamos… Sed felices.

3 comentarios:

Jero Moreno dijo...

Si te fijas, la raíz de todo está en esa curiosa manía instalada en la idiosincrasia sevillana de "vivir actuando", vivir pensando en el qué dirán, vivir posando... Y en la manía de estar continuamente examinando a los demás.

Amo a Sevilla. No me gustan nada algunas de las cosas de la gente de aquí.

Un abrazo.

PD. te sigo leyendo!

Orgullo de Nervión dijo...

Los sevillanos estamos hecho de otra pasta. En general somos alegres, divertidos, marchosos,... Amamos y adoramos a lo nuestro, porque sabemos lo que tenemos y lo apreciamos como es debido. Pasamos del fervor incondicional, como la Semana Santa de Sevilla ninguna, a la fiesta desborda, con la mejor feria del mundo, en un plas. Somos así. Nos volcamos con lo nuestro, algo que algunos deberían aprender. Pasamos del amor al odio en un momento. Vivimos la vida con pasión. Pasión cotidiana, religiosa y hasta deportiva. Vivimos como a muchos le gustarían

¿Por qué hay antisevillanos? Pues muy fácil, se debe a la envidia de no tener los que otros sí tienen, de no ser como otros son. Soy sevillano, más que el giraldillo, y más de una persona me ha dicho ojalá yo pudiera hablar de mi ciudad como tu. No pueden, porque se fijan más en los que tienen otros, que en los que ellos mismos poseen.

Rocío de Canela dijo...

Bueno por dios!! sevillanía, sevillanía!!! Cada uno siente su tierra y sus lugares, sus rincones y su gente. Yo, por ejemplo, soy Cordobesa, de pies a cabeza señores, pero eso no quita que esté completamente enamorada de la que considero MI SEVILLA.
No entiendo ese afan del andaluz en general por despreciar a los sevillanos, aunque esas actitudes que dicen tener, se tienen por regla general en Andalucía.
Pues amigos, para todos esos antisevillinos, vine aqui sin nada, solo con la ilusión de empezar una carrera. Aqui me encontre con el equipo de futbol de mis pasiones, con almas gemelas sevillanas (Mara,Antonio, Ro...), con grandes pasiones amorosas (jejeje), y con mucho sentío con muy buenos gitanitos en el madrugá, y muy buenas noches de flamenco por las calles de Triana. Esas vivencias no las cambio yo para vivirlas en otro sitio, solo aquí, en mi Sevilla.
Y por supuesto hermana de una de las mejores cofradías de la capital hispalense, LOS GITANOS. Así que yo, como Cordobesa amante de mi Sevilla, definendo a mi ciudad, pero reconozco que ese arte y ese poderío, no solo reside aqui, sino en el orgullo de SER ANDALUCES.
UN ABRAZO EZEQUIEL, DE LA CORDOBESA QUE MÁS TE QUIERE ;)